Cuidado con el nombre que le damos a nuestros hijos




Cuando los padres pasan horas analizando detenidamente listas de nombres de bebés puede que también piensen en el impacto que la decisión que tomen tendrá en la vida de sus hijos o también puede que no.
Escoger un nombre para un niño puede ser algo complejo. No sólo debe sonar bien con los apellidos, sino también es importante considerar futuros apodos.
Por ejemplo hace algunos años en varios estados de México fue prohibido llamar a un bebé Harry Potter o Yahoo, una tendencia que al parecer iba en incremento.
Hace algunos años los nombres que más llamaban la atención de extranjeros que visitaban nuestro país eran “Usnavy”, “Disney” y “Danger”. ?Pueden imaginar a una niña llamada Marina de Guerra estadounidense y un niño llamado “peligro”?
A mi entender elegir el nombre de nuestros hijos es algo que requiere un sentido de responsabilidad, pues no solo es ver el nombre en el niño sino la repercusión que le traerá en el futuro y es casi seguro que sufrirán episodios de "bullying" o acoso escolar.

No me opongo a los nombres de moda, pues siempre hay quienes prefieren encontrar nombres en la telenovela del momento y de ahí llegaron muchas de las diversas puestas en escenas de la brasileña O Globo en Cuba: Fátimas, Marinas, Beliñas, Nazaret, hasta las Carmen Lucias y las Teresas Cristinas más recientes.
También es muy difícil que los cubanos olvidemos cuando se puso de moda la letra “y” para nombrar a los niños y de ahí nacieron los Yulieskis (Gourriel actual pelotero cubano que juega en grandes ligas), Yunieskis, y hasta las Yumisisleydis por solo mencionar algunos. Repito no me opongo a la moda pero recuerden que como moda al fin la misma pasa y los nombres quedan y a veces por querer ser originales caemos en el ridículo.

Ahora bien existe otro tema relacionado con los nombres al que se hace poca referencia y es que los nombres dicen mucho de las sociedades y si en esas sociedades impera el racismo, pues es mucho más evidente.
Un ejemplo interesante es la creciente facilidad con la que se puede saber si una persona en Estados Unidos es blanca o negra solo por el nombre que lleva.
Un grupo de investigadores han logrado demostrar en el estado de California que alrededor del 40 por ciento de las niñas negras se les puso nombres que no tenía ni una sola niña blanca en ese estado.
Las implicaciones de esta clara señalización de la clase social y raza son sorprendentes.
En otro estudio realizado bajo el título de: ¿Son Emily y Greg mejores para conseguir un empleo que Lakisha y  Jamal?", los autores de esta investigación enviaron cerca de 5 MIL currículos en respuesta a anuncios de trabajo publicados en periódicos de Chicago y Boston.
El contenido de las hojas de vida era el mismo, pero la mitad de ellos tenían nombres falsos que daban la impresión de que se trataba de candidatos blancos, como Emily Walsh o Greg Baker, mientras que la otra mitad tenía nombres afroestadounidenses como Lakisha Washington o Jamal Jones.
La tasa de las llamadas de los empleadores fue un 50 por ciento más alta para los nombres "blancos" que para los nombres "negros".
Los efectos del estudio fueron demostrados en compañías que se jactaban de tener directrices de empleo guiadas por la "igualdad de oportunidades".
Volviendo al caso de Cuba se ha demostrado como en otras partes del mundo que las tendencias de cómo llamar a nuestros hijos cambia a través de los años y las circunstancias.
En estos momentos se ha notado un rescate de los nombres tradicionales heredados de España y ligados a la religión católica. La influencia española y latina se ha ido por encima de la moda de los nombres en ingles de hace unos años. Hoy en los círculos infantiles abundan nombres como Amanda, Sofía, Isabel, María y en los niños hay muchos como: Alejandro, Ernesto, Juan, Pedro, Carlos, Daniel y Víctor, en fin creo que es un rescate positivo de nuestras raíces a través de los nombres en puro castellano.
Algo muy original resultó lo que hizo una pareja en Reino Unido y es que para nombrar a su niña lo hicieron solo con la letra  “E”, la idea era que cuando la niña llegara a los 16 años escogiera y completara ella misma su propio nombre, hoy “E” tiene 16 años y dice que adora su nombre que no lo cambia por nada en este mundo.
En Cuba tenemos a “X Alfonso” y “Ele Valdés” músicos talentosos hijos de los fundadores de “Síntesis” que marcaron una tendencia extraña con sus nombres pero que los maestros desde sus aulas agradecen no haya trascendido más allá de su fama y reconocimiento a la hora de nombrar a nuestros hijos.

Comentarios

  1. Te faltó mencionar los nombres rusos muy de moda alguna vez: Yuri, Liudmila, Petia, Aliosha,Vladí,ir, Volodia y otros.

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  2. Anónimo1:12 p. m.

    A un niño le acaban de poner por nombre.
    Oceano, figurece usted
    Las muecas que le van a hacer al pobresito

    O seaa ano. �� �� �� �� �� �� �� �� �� ��

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